Jeux d'enfants.

Jeux d'enfants.

martes, 25 de mayo de 2010

Somos Abel y Caín.



No entiendo como la rabia enciende las palabras.

martes, 18 de mayo de 2010

¿Capaz?


No, no digas nada. Yo hablaré. ¿Me has echado de menos? Porque yo a ti mucho.
¿Eres un verdadero tirano sabes?
Me cuesta estar enfadada contigo, pero esta te la guardo. No te hagas ilusiones.
Me gustaría hablar pasando del juego... por una vez.
¿Te gusta mi vestido? Se lo he birlado a mi hermana. Tenía este o otro rojo tipo bomba nuclear o algo así... Debí ponerme ese... lo sé.
He debido pasarme más o menos tres horas frente al espejo. ¡Pero ha merecido la pena estoy guapa! Y espero gustarte si no te meto un tortazo.
¡Espera! Shhhh... Por donde iba...
El problema es que si me dijeras "me encantas" no podría creérmelo. Julian, ya no se cuando es un juego y cuando es verdad.
Estoy perdida. ¡Espera,espera! No he terminado.
Dime que me quieres. Dímelo porque yo jamás me atreveré a decírtelo primero.
Me daría miedo que pensaras que es un juego.
Sálvame, te lo suplico.



Quiéreme si te atreves.

La realidad.

Agazapado espero como una rata,

bajo las piedras escondido

porque a la vida eras lo único que le da sentido.

Acostumbrado a escapar de la realidad

perdi el sentido del camino

y envejecí cien años más de tanto andar perdido.

Y me busco en la memoria el rincón donde perdi la razón

y la encuentro donde se me perdió cuando dijiste no.

Cuarto movimiento, la realidad ; Extremoduro.

domingo, 16 de mayo de 2010

Aún bailo bajo la nieve.




-Hace mucho tiempo, un inventor vivía en esa mansión. Inventaba muchísimas cosas. Un día creó a un hombre. Y le dio entrañas, un corazón, un cerebro. Todo. Bueno, casi todo.


Verás, el inventor era muy viejo. Murió antes de poder acabar al ser que había creado. Así que el hombre se quedó solo. Inacabado, y completamente solo.


-¿Y no tenía nombre?.


-¡Claro que tenía nombre! Se llamaba Edward. Antes de que él viniera no nevaba nunca. En cambio después si nevó. Si él no siguiera vivo, ahora no estaría nevando... a veces aún bailo bajo la nieve.

Y ya he vuelto a perderme.


Fuiste una comida sin vino, una piedra del destino
un domingo de resaca, fuiste, y lo importante ha sido eso.
Fuimos dos perros callejeros, jugando a hacernos daño, jugando a no entendernos.
Y ahora me invento otro mundo de puertas abiertas,
en donde los besos no sepan a mierda.

Felicidad prohibida.


Ya que el mundo tiene una asquerosa forma de girar alrededor de ti.